Selección de tecnología
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Cuando se habla de la selección de la tecnología, por lo general, se piensa en la tecnología que se empleará en la operación (maquinaria, riego, etc.). Sin embargo, el proceso en sí mismo también se ve influido por la tecnología seleccionada.
En estos casos es importante balancear las necesidades y los requerimientos de los diferentes participantes. Desde el punto de vista de la eficiencia, por ejemplo, podría ser mejor contratar a una compañía especializada que cuenta con la tecnología de punta para construir el puente en unos pocos días. No obstante, para asegurar una contribución y apropiación local adecuadas, por lo general, será mejor emplear tecnología más simple, que, aunque sea más lenta, permitirá a los habitantes locales contribuir con la mano de obra y desarrollar orgullo y sentido de propiedad en cuanto a la obra realizada.
La tecnología también puede influir en las necesidades de mantenimiento. Por una parte, las estructuras que se construyen con tecnología de punta pueden requerir menos mantenimiento (como por ejemplo, una carretera de asfalto) o ser más eficientes (pozos que cuentan con bombas eléctricas o a gasolina en lugar de bombas manuales). No obstante, la manutención y la reparación pueden sobrepasar las capacidades de la comunidad, y la sostenibilidad del proyecto podría verse afectada.
En estos casos es importante balancear las necesidades y los requerimientos de los diferentes participantes. Desde el punto de vista de la eficiencia, por ejemplo, podría ser mejor contratar a una compañía especializada que cuenta con la tecnología de punta para construir el puente en unos pocos días. No obstante, para asegurar una contribución y apropiación local adecuadas, por lo general, será mejor emplear tecnología más simple, que, aunque sea más lenta, permitirá a los habitantes locales contribuir con la mano de obra y desarrollar orgullo y sentido de propiedad en cuanto a la obra realizada.
La tecnología también puede influir en las necesidades de mantenimiento. Por una parte, las estructuras que se construyen con tecnología de punta pueden requerir menos mantenimiento (como por ejemplo, una carretera de asfalto) o ser más eficientes (pozos que cuentan con bombas eléctricas o a gasolina en lugar de bombas manuales). No obstante, la manutención y la reparación pueden sobrepasar las capacidades de la comunidad, y la sostenibilidad del proyecto podría verse afectada.
La idea de un proyecto de inversión muy rara vez comienza con la tecnología a ser aplicada. En lugar de esto, el inversionista toma como punto de partida la disponibilidad de algún recurso o la identificación de una buena oportunidad de mercado. En el caso de inversiones no destinadas a la generación de ingresos, la justificación del proyecto casi siempre se fundamenta en la respuesta a una necesidad social o de la comunidad.
Al preparar el proyecto detallado, los solicitantes junto con el técnico local, deben realizar una serie de supuestos acerca del alcance de la inversión. Un primer paso, por lo tanto, es confirmar y, de ser necesario, hacer ajustes en el alcance de la producción propuesta en el perfil inicial.
El estudio de mercado (o la demanda de proyectos que no cuentan con mercado para sus productos) debe indicar si el alcance propuesto originalmente es realista en cuanto a la demanda y a los precios.
A pesar de que el alcance de la inversión es sin duda uno de los factores primordiales en la selección de la tecnología, también es necesario tomar en cuenta otros elementos, aun en los proyectos más sencillos.
Cuando se habla de la selección de la tecnología, por lo general, se piensa en la tecnología que se empleará en la operación de la inversión (maquinaria, riego, etc.). Sin embargo, el proceso de inversión en sí mismo también se ve influido por la tecnología seleccionada, y más aún, en el caso de inversiones no dirigidas a la generación de ingresos; como edificios, carreteras y protección de cuencas.
En estos casos es importante balancear las necesidades y los requerimientos de los diferentes participantes. Desde el punto de vista de la eficiencia, por ejemplo, podría ser mejor contratar a una compañía especializada que cuenta con la tecnología de punta para construir el puente en unos pocos días. No obstante, para asegurar una contribución y apropiación local adecuadas, por lo general, será mejor emplear tecnología más simple, que, aunque sea más lenta, permitirá a los habitantes locales contribuir con la mano de obra y desarrollar orgullo y sentido de propiedad en cuanto a la obra realizada.
La tecnología también puede influir en las necesidades de mantenimiento. Por una parte, las estructuras que se construyen con tecnología de punta pueden requerir menos mantenimiento (como por ejemplo, una carretera de asfalto) o ser más eficientes (pozos que cuentan con bombas eléctricas o a gasolina en lugar de bombas manuales). No obstante, la manutención y la reparación pueden sobrepasar las capacidades de la comunidad, y la sostenibilidad del proyecto podría verse afectada.
Al preparar el proyecto detallado, los solicitantes junto con el técnico local, deben realizar una serie de supuestos acerca del alcance de la inversión. Un primer paso, por lo tanto, es confirmar y, de ser necesario, hacer ajustes en el alcance de la producción propuesta en el perfil inicial.
El estudio de mercado (o la demanda de proyectos que no cuentan con mercado para sus productos) debe indicar si el alcance propuesto originalmente es realista en cuanto a la demanda y a los precios.
A pesar de que el alcance de la inversión es sin duda uno de los factores primordiales en la selección de la tecnología, también es necesario tomar en cuenta otros elementos, aun en los proyectos más sencillos.
Cuando se habla de la selección de la tecnología, por lo general, se piensa en la tecnología que se empleará en la operación de la inversión (maquinaria, riego, etc.). Sin embargo, el proceso de inversión en sí mismo también se ve influido por la tecnología seleccionada, y más aún, en el caso de inversiones no dirigidas a la generación de ingresos; como edificios, carreteras y protección de cuencas.
En estos casos es importante balancear las necesidades y los requerimientos de los diferentes participantes. Desde el punto de vista de la eficiencia, por ejemplo, podría ser mejor contratar a una compañía especializada que cuenta con la tecnología de punta para construir el puente en unos pocos días. No obstante, para asegurar una contribución y apropiación local adecuadas, por lo general, será mejor emplear tecnología más simple, que, aunque sea más lenta, permitirá a los habitantes locales contribuir con la mano de obra y desarrollar orgullo y sentido de propiedad en cuanto a la obra realizada.
La tecnología también puede influir en las necesidades de mantenimiento. Por una parte, las estructuras que se construyen con tecnología de punta pueden requerir menos mantenimiento (como por ejemplo, una carretera de asfalto) o ser más eficientes (pozos que cuentan con bombas eléctricas o a gasolina en lugar de bombas manuales). No obstante, la manutención y la reparación pueden sobrepasar las capacidades de la comunidad, y la sostenibilidad del proyecto podría verse afectada.